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Discurso Inaugural de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
5 de septiembre de 2021
Es un placer poder reunirme con ustedes hoy, y quiero expresarles en primer lugar mi profunda gratitud y respeto por la labor que ustedes hacen.
La defensa de la biodiversidad, los ecosistemas y nuestro medioambiente en su conjunto es algo peligroso. Tanto a nivel de sobre el terreno como a nivel global, mi Oficina ha estado supervisando la situación de los defensores de derechos humanos y del medioambiente, que incluyen a personas que cooperan con las Naciones Unidas. Nuestro trabajo demuestra que el número de amenazas y ataques violentos que se denuncian está muy por debajo de la realidad. Los asesinatos ocurren con frecuencia pasmosa, y por lo general no son investigados o juzgados de forma adecuada.
En junio de este año, Luis Urbano Domínguez Mendoza, miembro del pueblo Yaqui, fue muerto por disparos en México. Este fue solo el último de una larga serie de ataques que han tenido lugar en el contexto de la lucha por defender sus territorios y aguas tradicionales.
En julio, Joanna Stuchburry fue asesinada por disparos en Kenia. Era una activista histórica contra el desarrollo y las construcciones sin principios en el Bosque de Kiambu.
Estas son sólo dos de las valiosas vidas que han desaparecido este año. Según la ONG Frontline Defenders, más de dos tercios de los 331 defensores de derechos humanos asesinados en 2020 trabajaban en cuestiones relacionadas con el medioambiente.
Nosotros honramos su legado continuando su lucha en favor de la humanidad y el planeta.
Mi Oficina, y las Naciones Unidas, demanda enérgicamente que los Estados redoblen su protección de los defensores de derechos humanos quienes trabajan por nuestro futuro y bienestar.
Cada una de sus organizaciones puede contribuir a la causa.
Las organizaciones miembros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza pueden contribuir a promocionar el derecho a la participación, el derecho a acceder a información, y el derecho al acceso a la justicia en cuestiones medioambientales, por ejemplo creando y dando apoyo a las redes de protección para los defensores.
Este Congreso va a deliberar acerca de una cuestión que supone una oportunidad real para desarrollar un plan de acción significativo que proteja a los defensores de derechos humanos medioambientales.
El proyecto de resolución llama a la recogida de datos, campañas de sensibilización y a un diálogo directo con los Estados Miembros para llevar a cabo investigaciones y mejorar la protección sistemática de los defensores. Estos son los tipos de compromiso que necesitamos.
En ocasiones, los proyectos de conservación han protegido a la naturaleza a la vez que dejaban de lado a los derechos humanos. En numerosas ocasiones, los pueblos indígenas han sido expulsados de sus tierras ancestrales, al ser designadas estas como reservas naturales. Este acto es inmoral, y también resulta contraproducente. Las prácticas tradicionales suelen ser muy eficaces para conservar la biodiversidad y los ecosistemas.
Por tanto, es importante cambiar el paradigma de la conservación para que este sea más inclusivo y con base en la comunidad, que reconozca a las personas como parte de la naturaleza, en lugar de separarlos de la misma.
Solamente es posible cumplir con los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica mediante un cambio transformador que comience con la protección de los derechos de aquellos que defienden el medioambiente.
Insto a todos ustedes a apoyar la inclusión de los derechos humanos en el Marco Global para la Biodiversidad post-2020, que incluya lenguaje específico relacionado con la protección de los defensores de derechos humanos medioambientales.
Es necesario un sólido marco de protección para proteger a los defensores de derechos humanos medioambientales. La resolución a debate añadirá este punto, y además mi Oficina está dispuesta a apoyar a la UICN y sus miembros en esta labor. La defensa y activismo de los defensores de derechos humanos medioambientales es vital para asegurar que las personas, ahora y en el futuro, pueden disfrutar su derecho humano a un medioambiente seguro, limpio, saludable y sostenible. Tenemos la determinación de hacer todo lo que esté en nuestras manos para protegerlos y empoderarlos.