«No podemos disfrutar completamente nuestros derechos, incluyendo los derechos a la vida, la salud, alimentación, agua, y vivienda, en un medio ambiente degradado o dañino. Idealmente, todos los EHRDs deberían poder ejercer sus derechos humanos a la libertad de expresión y asociación, a la información, a la participación en la toma de decisiones, y a una compensación efectiva para poder contribuir a la protección del medio ambiente – y de los derechos que dependen de este – frente a la explotación insostenible.

De esta manera, la relación entre los derechos humanos y el medio ambiente debe ser un círculo virtuoso: el ejercicio de los derechos humanos ayuda a proteger el medio ambiente, y un medio ambiente sano ayuda a asegurar el goce completo de los derechos humanos.»

– Prof. John Knox